jueves, 16 de octubre de 2008

El incendio


Fue en un pequeño pueblo, en un país lejano.
Todo ocurrió de noche, en una clara noche de verano.
Una joven chica estaba caminando por la calle.
Iba en dirección a la iglesia.
A una anciana que la vio por la ventana le extrañó ver a esa chica entrar.
¿Por qué?
Porque esa chica se hacía llamar "La Amiga de Satán".
No sólo no creía en Dios, sino que afirmaba que existía, únicamente, Satanás.
Pero era joven, muy joven...
Había derrochado su vida, haciéndose solitaria y sin amigos.
Y ahora iba a la iglesia.
¿Por qué haría algo así?
No era de esperar que fuera a... confesarse de sus pecados, no; además era demasiado tarde.
Pero ella entró sigilosamente por la puerta delantera, abierta.
Se acercó a la sacristía y buscó a un sacerdote.
El primero que la vió, asustado, pues conocía lo que la joven contaba, le preguntó qué quería.
Ella, sin mirarle a los ojos ni un momento, se acercó al sacerdote, dandole un fuerte abrazo.
Con un cuchillo en las manos.
Se lo clavó en la espalda al sacerdote, quién gritaba de dolor y ensangrentaba las bellas manos de la muchacha con su espalda que no cesaba de emmanar sangre.
Fue al altar, cogió una vela y la lanzó a la alfombra que cubría el suelo.
Salió de la iglesia, del pueblo, del pais...
El incendio lo quemó todo.
Y a todos.
No sobrevivió nadie.
Ni yo.

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