sábado, 17 de enero de 2009

Respira


Un alma se sentía segura
en un cielo de verdad
donde, escondida, la Luna
un día la vio pasar.
.
Era una alma sola
que vivía con su soledad
y se guiaba por las olas,
dulces olas del mar.
.
Que no volaba, decía,
que no quería marchar.
Estaba arrepentida
de haberla dejado marchar.
.
Alma de hombre era
y a una mujer buscaba
del río en la ribera
y del mar en la playa.
.
La había pedido una mañana
en la que al mar había ido,
mientras pájaros cantaban
y la Luna se había escondido.
.
Y esta alma que busca
con desesperación a su amada
no la encontrará nunca
si no busca con más calma.
.
La Luna, que es sabia
la intenta advertir
pero al hombre con rabia
no debe hacer sufrir.
.
Sabe que ella no ha muerto
que aún ella está viva.
Sabe que todavía es cierto.
Que aún ella respira.
.
La busca por la orilla
del mar que le vio morir
sabiendo que fue la escotilla
del barco lo que se lo llevó por fin.
.
Pero siente que está cerca
y su aliento siente al volar
sobre los barcos de naaufragios
cuyas vidas quitó el mar.
.
Sabe que en ese barco
ya no queda nada de ella
y que arriba, sobre el barranco
la encontrará con su belleza.
.
Ya la ha visto y encontrado
pero ella no le mira,
no le hace nigún caso
como si no existiera.
.
No está seguro ya.
Ya puede irse a otra vida
porque sabe que su amada
todavía respira.
.
.
ED-BS

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