Una prisión sin barrotes, una cárcel natural e insondable.
Las gotas me hieren. Cada una de ellas me destroza, y no puedo evitarlo.
Estoy atrapado en el tiempo y en el espacio.
Nunca podré salir de aquí.
Este es mi propio Infierno.
Una lluvia imperecedera, eterna e irreal.
Las gotas se funden en mi cuerpo, me convierto en ellas.
Cada una de ellas forma parte de mí.
Ahora soy yo gotas de agua.
Y siento la libertad de mi alma.
Vuelo por los cielos...
Mi cuerpo se deshace al golpear contra el suelo...
Y muero en pequeños chasquidos.
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