
El ruido era incesante, ensordecedor. Las viejas paredes de piedra que se sustentaban sobre una masa de cemento ya empezaban a temblar a causa del ruido. Los cristales de las ventanas estallaban en miles de diminutos trozos de vida cristalina mientras las almas de sus transparentes cuerpos emprendían el vuelo de vuelta a casa.
El ruido continuaba y continuaba rompiendo lo que cada vez más dejaba de parecerse a una bien edificada casa-fortaleza. Y el ruido siguió rompiendolo todo.
¿De dónde procedía?
Era el llanto de los ángeles...
que lindo es algo q si lo lees con el corazon es vastante emoivo
ResponderEliminar(fanny)
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooorale me gusta
ResponderEliminar