lunes, 15 de diciembre de 2008

Pensando...


Mujera... ¿Por qué pienso eso?
Hombro...¿Pero a qué viene eso?
Mujer, hombre... mujera, hombro...
Sólo son palabras. Palabras que surgen con jota en la mente con té.
Todo lo que dices, todo lo que piensas, todo lo que imaginas, todo lo que sueñas, todo lo que haces, todo lo que eres, todo lo que te gustaría ser, todo lo que nunca has querido ser, todo lo que quieres tener, lo que te gusta, lo que odias, a quien amas, a quien te gustaría ver muerto, todo... todo eso es lo que pasa por tu pensamiento.
Todo eso y más cosas son lo que tú eres, en lo que tú piensas, tu vida...
No es que no seas lo que no piensas, es que sólo eres algo si lo piensas. No se puede ser sin pensar, no se puede pensar sin ser.
Es una acción incesante del cerebro, algo que no para de hacer ni dormido, ni inconsciente.
Y es que inconsciente es cuando más se piensa, pero de forma inconsciente.
No sé por qué escribo esto. Pero no dejo de pensar...
Pero tú también piensa: ¿Por qué estás leyéndolo? ¿Por qué te dedicas a leer esto que yo escibo?
No merece la pena seguir pensando... y para eso hay que morir. No merece la pena morir, piénsalo.
Es irónico. ¿Es real?
El caso es que es.
Como la espiral.
Como sus círculos
que nunca se juntan.
Como lo que pienso,
que no sé pensar.
Que no sé escribir.
Que no se hace solo.
Que lo hago sin tí.
Que estoy loco, loco.
EDBS

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