sábado, 20 de diciembre de 2008

Indiferente


Así es como me siento. Indiferente ante todo, indiferente ante el mundo. Si llueve, pues que llueva, si hace sol, pues que lo haga, si nieva, pues que nieve.
Y lo mismo me pasa con las personas, con las cosas... Si alguien ha hecho nosequé, vale, bien por él/ella; si ha ganado nosequé equipo, vale ¿y qué?, si han muerto nosecuántos mil personas en nosequé atentado en la otra punta del mundo, vale...
No me importa, no me siento capacitado para cambiar el mundo, no necesito saber nada sobre nada ni nadie, no me importa.
No es que no quiera saber, es que... ¿para qué saber?
No es que no me importe, es que... ¡qué más da algo o nada, si al final me voy a morir?
¿Qué más da, si me voy a ir?
¿Qué más te da, si te vas a ir?
Te vas a morir...
Y yo. Yo también.
Todos. Así que...
¿Por qué no voy a estar indiferente?
Es inenarrable porque se entiende desde antes del entendimiento.
No hace falta sentir importancia ante las cosas, ante la vida...
Y sigoo pensando en nada y sigo nadando en mi pensamiento...
Nada. Indiferencia. Ante todo.
Una espiral me cubre, me rodea, me embraga de su fragancia...
Y me muero, me muero y no me importa...
¿Hay otra vida después de esta?
¿Acaso eso importa?
No. Nada importa.
No importo.
No me importas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario