martes, 20 de enero de 2009

Sin pensar

Hacemos cosas sin pensar, muchas cosas.
Las hacemos pero no sabemos que las hacemos.
No sabemos que las estamos haciendo, mejor dicho.
Porque nos damos cuenta de que las hemos hecho cuando ya no se puede hacer nada.
Cuando hablar ya no merece la pena.
Cuando es momento de entrar en el olvido.
En ese momento en el que ya no existimos y nos preguntamos acerca del mismo hecho de preguntarse.
Es en el momento en el que ni sabemos que sabemos, ni queremos saber, y sin embargo lo sabemos todo.
En ese momento no queremos estar muertos y solo vivir en el recuerdo, en los corazones y en los libros.
Yo ya quiero que llegue ese momento de saberlo todo.
Yo ya quiero vivir en los libros.
Yo ya lo quiero, pero... ¿quiero morir?
Por su puesto que no. No aún. No creo que sea el momento.
Pero de todas formas quiero vivir en los libros, quiero saberlo todo.
Es el momento de dejar de hacer las cosas sin pensar.
Ha llegado el momento de vivir para poder morir.
Para poder vivir en los libros y saberlo todo.
Es el momento de prepararse para el final.
Puede llegar pronto. Pero llegará antes si haces las cosas sin pensar.
O quizás si piensas puedes conseguir que la muerte llegue antes, y con ella la sabiduría y la vida en los libros.
Quiero vivir en los libros, empezaré a hacer las cosas sin pensar.
¿Acaso no es eso lo que ya estaba haciendo hasta ahora?
Pues entonces pensaré. ¿Qué más da?
Solo se lo que quiero, y que para ello tengo que morir. Sin embargo tengo mis dudas:
No se si tengo que hacer las cosas pensando o sin pensar.
Ahora esto lo estaba haciendo si pensar.
Pero ya es demasiado tarde.
Ya no puedo evitar que hayas leído esto.

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