No he cambiado; ha cambiado mi forma de vestir. Y no ppor voluntad propia. Cuando me emancipe de mi familia ya me vistiré como quiera. No tendré a nadie detrás. O sí. No lo sé.
El caso es que todo es un sueño. Que el loco poeta que me sueña quiere que ya no vista de negro.
La vida es sueño y los sueños, sueños son.
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