
Vale, ya estoy aburriendo con estas entradas sin sentido que estoy escribiendo últimamente. Pero es que es lo que pasa por mi mente: un sinfin de pensamientos sin sentido alguno que provocan locura en mi cabeza, una locura insana y amarga, un agridulce enloquecer diario que abruma el aire y destila el pensamiento en lágrimas de canción de cuna y olas de orilla de mar.
No sé más que lo justo para opinar que la vida es un tren y no tiene retorno. Que cuando has subido cada vez más te acercas al final de la vía, que se acaba... y morimos.
Morimos. Y es un tema que repito continuamente. Y no es que tema a la muerte. Pero no me importa. Sé que voy a morir, aunque me traten como a un loco.
Quizá sea cierto que soy un loco. O que estoy loco. No lo sé. No me importa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario