domingo, 23 de noviembre de 2008

Otra muerte más



Hoy ha muerto uno que era mi tío abuelo. Un hermano de mi abuelo.

Resulta que la muerte se me acerca desde mis antepasados.

Voy a morir.

Lo sé, y no me agobia ese pensamiento de que la muerte me acecha en cada esquina.

Sólo sé que he de acabar mi libro antes de que ella acabe conmigo o estaré muerto.

Porque si la escribo... en parte seguiré en este mundo.

Porque al morir, de tí se va lo que no se pueda quedar aquí, pero un libro... si un libro sobrevive, el que lo ha escrito está en él, al igual que el libro ha estado dentro del escritor.

Una parte del libro se va con el escritor y una parte del escritor se queda con el libro.

Así lo pensaba Unamuno y así lo pensamos muchos que sabemos que no hay nada más que morir.

Que no existe nada aquí, que no tiene sentido la vida, o que el sentido es inalcanzable.

Y mi bisabuelo, que murió el miércoles pasado, está aquí, conmigo, a mi lado; en un libro que escribió hace veinte años y que ha llegado a mis manos. Hay pocas copias, no se ha publicado, pero sé que mi bisabuelo vive en él. No físicamente, tampoco en forma de alma, pero sus pensamientos sí que permanecen en él.

Mi tío abuelo, que ha muerto hoy... creo que no ha escrito nada...
Ya no está, se siente, amigo.

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