lunes, 24 de noviembre de 2008

Distancia


Estoy aquí pero me siento lejos. No existe límite para la distancia, que no tiene que ser visual, ni táctil.
Puedo estar a tu lado y a la vez estar en lo más lejano. Puedo llegar a tocarte desde el infinito.
Las distancias humanas son extrañas, pues no son lo que parecen. Una distancia así se debe avisar. Una distancia de tal rareza es una distancia inumana, no es natural.
Lo que pienso cuando me vienen estas cosas a la cabeza es que estoy lejos, muy lejos... donde nadie puede verme, ni oírme, ni tocarme...
Eso, que para mí está tan lejos puede ser para tí o para otros el lugar más cercano en la Tierra, y puede que no esté en la Tierra, ni en el Universo. Puede ser simplemente un lugar irreal, un lugar mental, psicológico totálmente, que hechiza y hace sentirse como en casa.
O puede ocurrir lo contrario: que el lugar más cercano se haga un lugar diferente, nuevo, extraño.
Y estas cosas que pienso mientras escribo, estas palabras, no están aquí.
Y estas palabras que parecen estar en la pantalla... no sé si realmente están o si simplemente son fruto de mi imaginación haciendo de imagen, reflejándo algo que ha aparecido instantáneamente en mi memoria.
Me pregunto cómo serán los pensamientos, cuánta distancia habrá entre ellos.
Las distancias son tan lejanas y tan cercanas que dejan de distanciarse, pero dejan de unirse.
Esto que digo puede llegar a tener sentido, en un caso de unificación de distancias. En un Big Bang recesivo, en una atracción de todas las cosas del Universo de manera que todo quede en nada. Y que no halla distancias. Que no exista el vacío.
Este vacío que me llena, si es que vale la expresión.
Este vacío que día a día me aleja de la realidad creando una mayor distancia entre yo y el Mundo.
Creando una menor distancia entre yo y la Muerte.
Entre yo y la Espiral.

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