jueves, 31 de diciembre de 2009

A Goya

Extraído de mi novela Doce de diciembre.

Los pinceles fueron siempre

sus mejores amigos

y entre las sombras de muerte

descubrió su destino.

Entendió que la suerte

no estaba consigo,

sus oídos inertes

ya fueron vencidos.

Sus pinturas tenían

un oscuro sentido

que sólo él sabía,

pues eran delito.

Pero perdió la inocencia

y también la prudencia,

pues quería a la vida,

más inmortal no sería.

El Señor no le quiere

entre los suyos.
.
ED-BS

lunes, 28 de diciembre de 2009

Fragmento de Doce de diciembre

Habían pasado ya más de dos minutos de la medianoche y Luis todavía no se daba cuenta de que algo en el cementerio había cambiado. Una de las tumbas cercanas despedía un halo de una leve luz azulada. Al lado de esta tumba se erguía una estatua que representaba la figura de un ángel. Sus facciones de mujer, las bellas alas sobre su espalda, replegadas, la figura eterna de un ángel mujer... todo ello la convertía en una imagen real que más parecía sacada de un sueño que haber sido esculpida en la imperfección de la piedra. Y es que a veces la realidad es más mágica que los sueños, a veces el arte es imagen pura de los deseos. La luz se intensificó y pasó a ser de una intensidad que no pudo pasar desapercibida ante los ojos de Luis.

¿Qué es eso?, se preguntó mientras se daba la vuelta. Todavía tenía la rosa en su mano y la agarró con fuerza, haciéndose pequeñas heridas con las espinas. Y sintió que ese era un dulce dolor, que en el fondo se puede saborear el sufrimiento. Algunas pequeñas gotas de sangre se deslizaban sobre su mano y caían en la inmensidad de la nieve dibujando figuras irreales.

Se acercó a la tumba que destilaba esa brillante luz y no pudo evitar en reparar en la figura del ángel. Ese ángel mujer que parecía sacado de un sueño, que no podía pertenecer a tu mundo. Miró la estatua fijándose en cada uno de los más cuidadosos detalles. No, no podía pertenecer a ese mundo. Pertenecía de veras al mundo de los sueños.

El cielo estaba lleno de estrellas y la luna llena seguía en lo alto, gobernándolo todo con su luz, añadiendo a las figuras otra dimensión, cambiando la realidad. Los colores se desteñían en negros destellos de luz plateada, las formas se contorneaban como girando sobre sí mismas por el efecto de la luz sobre ellos, creando figuras irreales y haciendo de la atmósfera un lugar fantástico y fantasmagórico. En el fondo Luis sentía que estaba viviendo ese sueño, que nada de lo que ocurría era real y que en cualquier momento se despertaría en su cama, en su habitación, cobijado bajo el techo de su casa, sabiendo que nada de esto estaba pasando. Pero no había nada más lejos de la realidad que creer que era un sueño. Aunque todo tuviera ese aura de ensueño, aunque la figura del ángel mujer, la intensa luz que emitía la tumba, las formas mezcladas con esa luz extraña que otorgaba la luna dieran la sensación de estar viviendo un sueño, nada de aquello era aparente, todo era de una realidad extrema. A veces las cosas no son lo que parecen, a veces los sueños se hacen tan reales que llegas a pensar que realmente lo has vivido; otras, la realidad es la que parece estar sacada de un sueño y piensas que realmente no es cierto.

Aquella luz se había intensificado notablemente e iluminaba vivamente la estatua de piedra, como si le otorgara vida. Luis miró la cara de aquella ángel mujer y por un momento sintió que estaba realmente viva. Y en esa mirada hubo algo que le aterrorizó. Tuvo miedo, un miedo increíble, ajeno a él, un miedo que no podía soportar. Se dio la vuelta y echó a correr.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Amor maldito

Este será el peor poema jamás escrito,
estos serán de todos los versos los peores,
pero todo esto que aquí escribo
es para ti... y no me pidas razones.
.
Estás siempre en mi pensamiento.
No dejo de pensar en ti.
Y me atormento.
Me duele, no quiero seguir así.
Este es un extraño sufrimiento...
.
Jamás pensé que llegaría a escribirte,
amor maldito, me vacilas...
¿Por qué iba yo jamás a herirte?
Me duelen la balas que me atraviesan el alma.
Soy dolor, pero pienso en ti.
Siempre en mi cabeza tú...
Estás en todas partes, siempre ahí.
En los malos y en los buenos momentos.
Pero no sé por qué esto lo siento.
No quise nunca ser de ti...
Y ahora soy tuyo, amor maldito, todo tuyo.
.
Ya no me pertenezco. Todo eres tú.
Soy tú porque tú eres todo yo.
No quiero que leas esto.
Si lo lees, no hagas caso.
Es fácil, son dos palabras nada más.
Te quiero.
.
¿Quién las formuló por vez primera?
¡Oh! Le maldigo, me duele admitirlo.
Son inquietantes, quiero oírlas...
Pero las temo.
Oh, amor maldito... No leas esto...
Sabes que no debes leerlo,
aunque lo haya escrito para ti.
.
Eres un ángel oscuro... ¿Mi ángel?
No sé por qué me miento...
Me odio a mí mismo...
¡Me odio porque no me entiendo!
Tú quieres quererme.
Ahora yo quiero no quererte, pero...
no puedo.
Es tan simple... Te quiero.
¡Pero no!
.
Oh, malditas palabras escribo.
Maldito es el amor.
Malditos estamos, marchitos.
Mi ángel mujer...
Eres mi amor maldito.
.
.
ED-BS

viernes, 18 de diciembre de 2009

Destino

Ella miró a lo alto. Eran las doce y media de la noche y el frío helaba la sangre.
Un minuto.
Los segundos pasaban, pero nada parecía alterar su expresión.
El cielo amenazaba tormenta. Una tormenta nocturna, invernal.
Un cuervo graznó a lo lejos.
Los animales se dan cuenta de todo antes que los humanos. Es curioso saber este tipo de cosas y no ponerlas en práctica.
Otro minuto.
Un descenso, una caída. Ella no parecía enterarse de nada, todo le daba igual ya.
¿Acaso había algo que podía importarle?
Todo había salido mal. Ya no había escapatoria.
¿Son los sueños algún tipo de aviso preventivo?
Ahora ella pensaba que sí. Ahora todo perdía el sentido, las agujas del reloj parecían girar en dirección opuesta. Todo había cambiado, y ya no había vuelta atrás.
Una gran nube gris cubría la luna. Un cielo oscuro que cubría como un manto aquella fría noche.
Un suspiro.
Desvió la mirada hacia adelante, como hacen algunos animales cuando se percatan del peligro.
Nada.
Una sola lágrima se deslizaba sobre la piel de su cara. Un retal de tiempos pasados. Pero todo había que olvidarlo.
Pum, pum. Pum, pum.
Latidos del propio corazón. Ella bajó la cabeza. No podía seguir mirando al frente, la lástima le nublaba la vista.
¿Cómo había pasado?
No. No era posible.
A veces la realidad es mucho más triste de lo que parece. A veces nada tiene sentido.
Otro minuto más. Parecía que la noche iba a ponerse a llorar.
La luna estaba oculta, la oscuridad hacía acto de presencia invitándola a la desesperación. Pero ella no iba a perder la calma. Solo debía esperar.
Era cuestión de tiempo, como todo. Todo es cuestión de tiempo.
El viento hacía bailar a las hojas en el suelo, una música demencial animaba a la locura.
Todo era en vano.
Ya nada podía cambiar.
Somos restos de algo antiguo, algo que ya no existe, pero que nos atrapa.
El destino.
Él nos guía.
Una triste sonrisa se formó en su rostro.
¿Destino?

sábado, 12 de diciembre de 2009

Por fin he publicado "Doce de diciembre"



Hoy, doce de diciembre, he publicado mi novela, que recibe el nombre de "Doce de diciembre". En un principio iba a llamarse "Apocalipsis a medianoche", ¡qué mal nombre!
En fin, que me gustaría que todos los que paséis por este blog, si es que hay alguien que lo hace, echéis un vistazo al libro pinchando aquí.
¿La sinopsis?

Es doce de diciembre. Luis nunca hubiera pensado que su destino tenía ese día como fecha límite. Ese día empiezan a ocurrirle cosas que solo pueden ser objeto del destino, pero... ¿acaso estamos destinados desde el principio?

Una antigua profecía, una sociedad secreta que nos lleva a otra época en la historia, miedos, sueños y pesadillas... no son más que retales del destino.

Sumérgete en las páginas de esta obra y vive una experiencia que no podrás olvidar.

Es doce de diciembre y todo está escrito.

Ademas he hecho una página web del libro. Puedes verla aquí.

lunes, 7 de diciembre de 2009

El futuro

El futuro es incierto, tanto como lo es la razón. La vida da tantas vueltas que acabas desorientado y no sabes qué hacer. Tras una gran ilusión, viene la caída. Al menos eso es lo que dicen. A veces es mejor pensar que somos ángeles, que podemos volar sobre las cabezas de los hombres, reírnos de sus penurias, otras veces somos nosotros aquellos de los que los ángeles se ríen. Es complicado saber cómo se siente uno cuando está seguro de algo y le dicen que se está engañando. Pero el futuro no se puede averiguar, solo tú forjas tu propio destino.
Hay situaciones muy variadas, pero quiero comentar alguna. Por ejemplo, aquellos momentos que son tan especiales que parecen sacados de un sueño, pero que son reales, momentos que duran muy poco y que quieres que duren toda la vida. Esos momentos son ciertamente reales, pero nos hacen sentir que pronto nos despertaremos en nuestras camas, que no han pasado de verdad. Son de un aura tan mágica, fantástica, ilusoria... que no llegamos a creérnoslos.
Por otra parte están aquellos sueños que son tan reales que no llegamos a saber si han ocurrido o no, o hasta llegamos a pensar que en realidad han tenido lugar. Esta clase de momentos pueden ser confundidos con los otros, llegando a la situación de que momentos muy especiales se confundan y uno acabe mintiéndose a sí mismo, convenciéndose de que los que han tenido lugar eran simples deseos y que los sueños en realidad sí que existieron.
El futuro es fruto de nuestra imaginación. Hay personas a las que les gustan las historias reales, otros que disfrutan más de las fantasías. ¿Esto condiciona nuestras vidas? ¿Esto cambia nuestro futuro? Ojalá yo lo supiera, porque tengo muchos deseos que cumplir, y muchos sueños que hacer realidad. También he tenido momentos de ensueño, lo cual me ha hecho sentir vivo, vivo por dentro.
Las personas somos como llamas de fuego y el pasado son las cenizas. Cuando uno vive mirando en el pasado, su llama pierde fuerza y disminuye. A veces es mejor olvidar el pasado. Pero esto no significa deshacerse de los recuerdos. Cuando uno se deshace de sus cenizas siempre queda una marca, una mancha, un resto que nos recuerda al pasado. Eso son los recuerdos. Y hay que tenerlos en cuenta para que la llama sea más viva. Pero no podemos llenarnos de cenizas, el fuego se apagaría. Dejarías de ser una llama y te convertirías en un suspiro. Y los suspiros desaparecen en la inmensidad del aire y se funden con sus palabras. Ya lo sabes, olvídate de tus cenizas, hazlas a un lado, porque tu llama se está apagando. No te pido que limpies las manchas de las cenizas, ellas te protegerán, pero... sé una llama viva.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Poesía mañanera

Es por la mañana
y algo me hace escribir.
No soy más que objeto de ese algo
que me quita la desgana,
que me da un buen sentir
y me hace sentir que valgo.
.
Es extraño pensar
que en el fondo siempre lo he creído,
que me he escondido en mí,
que, aunque lo quiera negar,
aun diciendo que no, lo he sabido,
pero ahora lo corroboro gracias a ti.
.
Y en esta poesía sin rima,
en esta malísima obra de arte,
donde mis ansias de saber se esconden,
sé que encontraré la prima
que me llevará a cualquier parte,
hasta el fin del mundo, no sé dónde.
.
Sé quién es provocador de este hecho
o, más bien, provocadora.
Tú lo sabes, pero no me lo hagas saber,
que entonces se me caerá el techo
en una estela rompedora
a la que nunca lograré vencer.
.
ED-BS