Este será el peor poema jamás escrito,
estos serán de todos los versos los peores,
pero todo esto que aquí escribo
es para ti... y no me pidas razones.
.
Estás siempre en mi pensamiento.
No dejo de pensar en ti.
Y me atormento.
Me duele, no quiero seguir así.
Este es un extraño sufrimiento...
.
Jamás pensé que llegaría a escribirte,
amor maldito, me vacilas...
¿Por qué iba yo jamás a herirte?
Me duelen la balas que me atraviesan el alma.
Soy dolor, pero pienso en ti.
Siempre en mi cabeza tú...
Estás en todas partes, siempre ahí.
En los malos y en los buenos momentos.
Pero no sé por qué esto lo siento.
No quise nunca ser de ti...
Y ahora soy tuyo, amor maldito, todo tuyo.
.
Ya no me pertenezco. Todo eres tú.
Soy tú porque tú eres todo yo.
No quiero que leas esto.
Si lo lees, no hagas caso.
Es fácil, son dos palabras nada más.
Te quiero.
.
¿Quién las formuló por vez primera?
¡Oh! Le maldigo, me duele admitirlo.
Son inquietantes, quiero oírlas...
Pero las temo.
Oh, amor maldito... No leas esto...
Sabes que no debes leerlo,
aunque lo haya escrito para ti.
.
Eres un ángel oscuro... ¿Mi ángel?
No sé por qué me miento...
Me odio a mí mismo...
¡Me odio porque no me entiendo!
Tú quieres quererme.
Ahora yo quiero no quererte, pero...
no puedo.
Es tan simple... Te quiero.
¡Pero no!
.
Oh, malditas palabras escribo.
Maldito es el amor.
Malditos estamos, marchitos.
Mi ángel mujer...
Eres mi amor maldito.
.
.
ED-BS