lunes, 3 de mayo de 2010

Un extraño tatuaje

¿Una marca tatuada en su hombro derecho le podía proporcionar alguna clase de poder mágico? Por muy surrealista que pareciera, Henry parecía creérselo y estaba maravillado por la figura que Elenna tenía tatuada. Ella dijo que no estaba segura de que aquello fuera lo que le proporcionaba sus poderes, pero tampoco lo ponía en duda de forma evidente. Estaba claro que a Elenna le gustaba ese tatuaje, y pensar que tal vez fuera eso lo que le proporcionaba sus poderes le parecía interesante y divertido. Sin embargo, Elenna sabía que no era el tatuaje con forma de estrella alada lo que le hacía tener esos poderes. Simplemente, lo guardaba en secreto.
Elenna se levantó de la silla y se dirigió al gran ventanal que gobernaba la oscura habitación. Era una noche abierta, la luz de la luna iluminaba levemente la estancia, acompañando a esos amarillentos vaivenes de las velas. Fuera, la noche fría parecía acompañar al pensamiento de Elenna: los árboles danzaban al son del viento, las hojas revoloteaban por los aires, el bosque, a lo lejos, parecía una oscura mancha de verde grisáceo a la luz de la luna.
Por un instante, Elenna pensó en el mar, en la belleza de las olas de su tierra, en el cálido susurro del viento que acariciaba su cara, elevando sus cabellos... Pero fue un recuerdo que se desvaneció de pronto, y la dejó anclada ante la ventana, dentro de esa guarida que no era su casa.
-¿Cuándo te lo hiciste?
La voz le desconcertó un poco.
-El tatuaje, ¿desde cuándo lo tienes?
La mirada de Henry le atisbaba, mirando su hombro desnudo.
-Eh... -Elenna dudó-. Lo tengo desde que era pequeña. Mi padre me lo mandó dibujar, cuando era tan solo una niña. Decía que la estrella simbolizaba el cielo, desde donde mi madre me cuida. También decía que las alas me ayudarían a volar cuando lo necesitara.
El rostro de Elenna estaba oscurecido. Henry ya no miraba al tatuaje, sino que tenía sus ojos fijos en los de ella.
-¿Sabes qué significa tu nombre? -dijo el sabio acercándose a ambos y dirigiéndose a Elenna.
Elenna le miró. Su capa oscura, su barba blanca y larga, sus ojos azules que daban seguridad... Holder era el único mago que Elenna y Henry conocían, y tal vez él pudiera ayudarles a resolver el acertijo.
-No -respondió Elenna-. Nunca me lo había preguntado.
-Elena, en élfico, significa "de las estrellas". Y creo que tu tatuaje tiene algo que ver con eso.
Elenna se miró el hombro derecho. El tatuaje era una obra de arte, una pintura magnífica.
De pronto, Holder acercó su dedo índice al tatuaje y susurró unas palabras en un extraño idioma. Por un momento no pasó nada, mientras Elenna y Henry expectantes, miraban hacia el tatuaje. Pero, de repente, éste empezó a brillar en la oscuridad, reluciendo, como si fuera una estrella de verdad. los ojos de Elenna reflejaron la luz mágica que emitía su tatuaje.
-Efectivamente, Elenna, tú eres la elegida. Las palabras del sabio produjeron una fractura en el dulce silencio.

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