jueves, 11 de junio de 2009

La vasija


Era el funeral más triste de su vida. Perder a un ser querido siempre es triste y doloroso, pero perder a una hija... y de aquella manera...
Había salido cinco minutos a comprar tabaco al estanco del barrio. Su hija se había quedado en casa, estaba viendo la tele y no le iba a pasar nada.
Al llegar de vuelta la encontró... sin piel y con un cuchillo en la mano. Todo lleno de sangre.
El funeral se había celebrado sólo por la familia. Nada de amigas de la niña. Ni vecinas, ni simples conocidas. Sólo la familia. Y ya.
La Celebración fue triste, pero más lo fue la muerte de la madre, durante el funeral de su propia hija.
Las dos están enterradas en la misma tumba. Sus cenizas mezcladas en la misma vasija.

No hay comentarios:

Publicar un comentario